NO ES JUSTO LO QUE ME SUCEDE ni lo que me veo
Con alguna frecuencia utilizamos el siguiente vocablo: NO ES JUSTO (que me esté pasando esto o aquello), pero nunca nos hacemos la correcta pregunta: ¿Nos lo merecemos? O quizás: ¿Qué hemos o estamos sembrando? Creo en la ley de la siembra y la cosecha. Pero cuando la aplicamos a nuestro diario vivir es que los resultados comienzan a ver lo que refleja nuestra siembra incluyendo a nosotros mismos.
Cuando sembramos actos ilícitos no esperemos cosechar dignidad, cuando le gritamos a nuestros hijos no esperemos que nos respondan con ternura ni mucho menos con cariño, cuando usamos palabras denigrantes para dirigirnos a nuestros semejantes no esperemos retribución de parte de estos que dignifique nuestras posiciones, cuando tratamos mal a nuestros empleados no esperemos resultados positivos en sus acciones, dichas acciones, seguro que no pueden ser aprobadas por la gente con un grado de sabiduría e inteligencia aceptable ni mucho menos aprobadas por Dios.
Por ejemplo: si siembras corrupción, o lavas dinero o efectúas actos deplorables, lo que cosecharán será cárcel, atentados y hasta muerte.
Los caminos de la muerte tienen muchas facetas pero el resultado siempre es el mismo: desdicha, dolor, lágrimas como mínimo y muerte como máximo.
El panorama desalentador cuando colocamos el dinero como dios, es evidente, sin embargo, nos preguntamos: ¿Es tanto la miseria espiritual del hombre de hoy, que prefiere ocultarse bajo la sombra de la delincuencia antes de corregir sus torcidos caminos?
¿Será entonces que los seres humanos de hoy nacen podridos y llenos de inmundicia? Es cierto que el dinero te permite comprar una casa pero no un hogar, te permite comprar las caricias de una mujer o de un hombre pero no su amor, podrás comprar la mejor cama en el más lujoso hospital pero no la salud, te permite viajar por todo el mundo pero no te guarda de una bomba en el avión donde viajes. Pero cuando usas el dinero para bendecir a otros estás sembrando y asegurando una gran cosecha, sin necesidad de involucrarse en caminos de perdición y desgracia.
Al evaluar el mal uso del dinero por los seres humanos de la época, incluyendo los hispanos parlantes de hoy, encontramos 3 factores que los inducen ha desarrollar esas actitudes que los mantienen sumisos en la pobreza total.
1) Viven por vivir no dando prioridades a las cosas.
2) Desechan ser guiados por profesionales en el uso del dinero.
3) No ahorran ni usan presupuesto para manejar la economía de sus hogares.
¿Cómo Rectificar esas desviaciones?
1)Tomar la decisión para cambiar.
2)Hacer una lista de las cosas que considere innecesarias que engloban el presupuesto del hogar y eliminarlas Como: (bebidas alcohólicas, cigarrillos, revistas, gastos superfluos y todas aquellas consideradas por usted)
3) No imite a sus vecinos o amistades (si ellos compran un carro nuevo usted quiere también tenerlo, si arreglan su casa usted también lo hace, esas actitudes los llevarán a la quiebra pronto).
4) Disciplina, constancia y sobre todo el deseo de no volver a tras.
5) Buscar ayuda para aprender ha manejar la economía domestica y ponerla en práctica.
Si haces esto: ¡Seguro! Te sorprenderás de su nueva actitud. Actúa con decisión y triunfarás.
Juan Quintero
Director de http://www.panamae.com
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