El título pareciera un chiste, pero en Panamá hay cualquier cantidad de gente que de seguro creen que tienen la capacidad, el intelecto y hasta…si eso mismo que piensas para llegar a ser presidente de la república panameña.
Para ser presidente se requiere más que ser popular, o manejar un programa de radio y televisión de boxeo o de cualquier índole. Para ser presidente no necesitas ocultar tu incapacidad bajo un tinte sino exhibir tus canas de sabiduría, prudencia, inteligencia y habilidades de un buen tomador de decisiones.
Cuando un pueblo elije a un ciudadano para dirigir los destinos de un país le está dando la autorización para que tome decisiones en sus nombres.
En Panamá no sucede eso, los michos de la sociedad civil, los autóctonos panameños, los ecologistas, los médicos, los maestros y profesores, los empleados públicos, los políticos: PRD, Arnulfistas y hasta los periodistas quieren que el gobierno haga lo que a ellos le parece.
Esto es como decirle a Dios, ¡hey! yo quiero que hagas esto para mí. Por desconocimiento padece mi pueblo dice la Biblia. Lo que no saben los bárbaros periodistas panameños que las autoridades del gobierno son puestas por Dios. Por allí hay un adagio que dice: “Los pueblos se merecen los gobernantes que tienen” Un pueblo folklórico como Panamá ahora tiene ahora un presidente folklórico que sigue sus instinto empresarial y no lo que unos cuantos hipócritas quiere que haga.
Ya es tiempo que la luz comience a brillar en los corazones de los médicos que le roban el tiempo y el dinero al estado panameño y que están dejando su juramento para pasar a las filas del protagonismo inmaduro perjudicando a la población nacional. Ya hay un muerto por esa causa, Hay que enjuiciar a esos instrumentos de satán y si es necesario tomar una drástica medida, tómenla porque hay que comenzar a mostrar que la dignidad presidencial se respeta. Si hay que votar la basura, bueno digo a todos los médicos en huelga y al personal que lo apoyan HÁGANLO, contraten personal extranjero y echen a la calle a esos desalmados que solo piensan en ellos y no en los que asisten a las instituciones de salud estatal. Estoy seguro que si lo hacen, muchos pondrán en remojo sus barbas como: los maestros y profesores, los empleados públicos, los que violentan la paz necesaria presidencial con sus constantes abusos de poder y así saquear los bienes de propiedad de todos los panameños.
SI YO FUERA PRESIDENTE, pondría en el paredón: a esos malos panameños corruptos desde el vientre de sus madres, también a los narco traficantes, a los asesinos, a los que roban en las escuelas las computadoras, a los que se fugan de las cárceles, a los pandilleros, a los que lavan dinero, a los menores asesinos…, a los policías corruptos, a los alcaldes ladrones aunque se cambien de partidos…, a los ex presidentes y ministros corruptos desde la invasión injusta hasta e día de hoy. De seguro Panamá sería diferente.
En cuanto a los estudiantes universitarios, SI YO FUERA PRESIDENTE, cerraría la universidad de Panamá por 3 años, solo dejaría mantenimiento, desde el rector y todos los profesores los mandaría para su casa botados por mediocres, luego la reestructuraría para sacar egresados con calidad pensante, con mente empresarial y no de empleados, con sabiduría y no solamente teóricos y mediocres egresados. A los mejores los becaría en una universidad privada.
En cuanto a las cárceles, las eliminaría, SI YO FUERA PRESIDENTE, no alimentaría a tanta lacra sino que le regalaría su última cena y un cajón de cartón para que otros puedan verse en ese marco de continuar su vida delictiva. De seguro el estado se ahorraría muchos millones en alimentos, personal de custodio, guardias, policías, fiscales, secretarias, magistrados y con ese dinero, los panameños no tendríamos que pagar agua por el resto de nuestras vidas, hasta sobraría dinero para que los buses urbanos en el mes de diciembre fueran totalmente gratis en todas las provincias.
Usted se imagina, SI YO FUERA PRESIDENTE, a unos cuantos banqueros puesto al paredón por lavadores de dinero, o a empresarios de la zona libre, y porqué no de la misma capital, eso sí limpiaría a Panamá de ese lastre de ciudadanos que creen que porque usan corbatas no son tan sucios como un malandrín de pacotilla.
SI YO FUERA PRESIDENTE, le pondría a las bebidas alcohólicas y a los cigarrillos le pondría un super impuesto (mil %) y a los contrabandistas lo llevaría al paredón para que sirvan de ejemplo a nuevas generaciones, con ese impuesto, podría subsidiar el diesel que es el usado por todos los camiones que transportan los alimentos en todo el país y a su vez esa disminución abarataría la canasta básica de los panameños. Usted se imagina arroz a 0.15 la libra, o la cebolla a 0.20 centavos por libra, o la carne a 0. 40 la libra, creo que eso es lo que se merece el pueblo.
SI YO FUERA PRESIDENTE incluiría la Biblia como instrumento de enseñanza en las escuelas primarias y secundarias del país tanto pública como privada. Esto traería como consecuencia una generación de panameños y extranjeros Temerosos a Dios, Dignos y honestos hombres que dirigirán los destinos de América latina con manos sabias, y con Temor a Dios.
Si estás de acuerdo TU PODRÍAS SER UN BUEN PRESIDENTE DE ESTA NACIÓN QUE SE MUERE POR FALTA DE hombres y mujeres probas llenas del Temor de Dios y no de una simple corrupta e incapaz religión que por más de miles de años ha demostrado que lo que sale de allí es pura suciedad, y podredumbre.
Autor: Juan Quintero/ Director de http://www.panamae.com